La Fortaleza de Kuelap, Peru
La Fortaleza de Kuélap se considera una de las ruinas más grandes del Nuevo Mundo y está hecha de bloques de piedra caliza más grandes que los utilizados en las pirámides de Egipto. Hoy en día, cuidadosamente restaurado después de muchos años de trabajo, la ciudadela se encuentra magníficamente en lo alto de una colina, sus numerosos restos compiten con los de Machu Picchu, en términos de escala, aunque muy diferentes con sus icónicas construcciones redondas.
Siendo la atracción principal de la region de Chachapoyas, Kuélap está entre las ruinas más finas e impresionantes de Perú y no es raro que se le llame el "Machu Picchu del Norte". Evidencia arqueológica muestra que la estructura fue construida alrededor del año 500 d.C. y que fue ocupada hasta la mitad de los 1500 d.C. por habitantes de Chachapoyas. Los Incas llegaron después pero no pudieron vencer a los guerreros de Chachapoyas. Los edificios y artefactos Incas son escasos en esta área, asegurando un encuentro cercano con culturas menos conocidas pero igualmente importantes del Perú. Aunque está establecida sobre una montaña, la fortaleza también cuenta con una pared exterior que alcanza los 18.5 metros de altura y 400 casas protegiendo lo que alguna vez fue el hogar de unas 3500 personas.
La fortaleza completa, incluyendo las terrazas, tumbas y asentamientos periféricos, es de unas 450 hectáreas. La apariencia de Kuélap es refrescantemente diferente a la estética Inca, el muro en el perímetro solamente tiene tres corredores angostos para entrar a la fortaleza. Nadie sabe exactamente porqué una barricada tan grande y fuerte fue construida aquí, sin embargo, muchos especulan que era para protegerse de los guerreros de la tribu Wari, quienes estaban expandiéndose hacia el norte por las tierras altas centrales y hacia la costa. Lo que si es cierto es que el impulso de construir de los habitantes de Chachapoyas nació debido a una antigua amenaza.
Dentro de la fortaleza, las casas de estructura redonda tienen una cobertura gruesa de musgo, dándole al lugar una estética mágica. Al deambular por el laberinto de caminos se puede tener un sentido de cómo se habría sentido la fortaleza para sus ocupantes.
Los Chachapoya eran guerreros feroces lo cual los Incas aprendieron por la vía difícil: los cráneos encontrados en Kuélap dan evidencia de que sus cueros cabelludos fueron removidos (aunque se ha teorizado que talvez se hacía por razones médicas). Los Españoles también se impresionaron por la reputación de los chamanes Chachapoya; Ondegardo Juan Polo escribió de sus "grandes hechiceros y herbolarios cualificados que hacen venenos".
Kuélap sigue teniendo un poder y una presencia increíbles. Las ruinas fueron descubiertas en 1843 sobre el pequeño poblado de Tingo en el remoto valle de Urubamba. Tingo es el punto de acceso más fácil para visitar las ruinas así como una parada que vale la pena en sí misma con su encantadores arbustos esculpidos en formas de animales.