Islas de San Blas, Panama
Si se encuentra en busca de arena suave y blanca, agua cristalina y abundante sol, definitivamente ha encontrado el lugar perfecto. Las Islas San Blas se extienden a lo largo de la costa sur de Panamá y forman parte de la Comarca de Guna Yala. El archipiélago está compuesto de alrededor de 400 islas, y se extiende a través de 226 kilómetros, deteniéndose hasta la frontera con Colombia. Las islas parecen salida de una postal y son famosas por sus hermosas playas y su ambiente sereno.
El archipiélago es habitado por la población Guna, un grupo indígena colorido y rico culturalmente. La comarca de Guna además de incluir las islas, también abarca una cordillera montañosa cubierta de bosque a lo largo del continente. Sin embargo, la mayoría de los visitantes pasan su tiempo en las islas, y con buena razón – son sumamente hermosas y lo suficientemente aisladas como para permitir una relajación completa.
A pesar de los siglos de intervención exterior, la tribu de Guna ha logrado mantener su lenguaje y su estilo de vida tradicional. Aunque los hombres vistan ropa de occidente, las mujeres todavía se adornan con los atuendos acostumbrados de su cultura. Abalorios vibrantes y geométricos, serpentean desde los tobillos hasta las rodillas, y las molas (blusas tejidas a mano) cubren su torso. Hoy en día, alrededor de 40,000 Guna viven en aldeas dispersas a lo largo de las cuarenta islas más grandes. Es bastante probable que los visitantes escuchen que a los Guna se les refieran como Kuna. Por varias décadas fueron llamados así, pero en el año 2011 la tribu solicitó al gobierno Panameño que se les reconociera oficialmente como Guna. Su argumento consistía en que su idioma nativo carece del sonido producido por la letra "K", y que por lo tanto su nombre oficial debía cambiar. No obstante, resulta interesante que el grupo en sí no se llaman de esta forma – dentro de sus propios círculos sociales, son conocidos como los Tule (pronunciado TU-ley).
Aquellos que estén considerando visitar Guna Yala deben tener expectativas realistas. Las islas se encuentran lejos de asemejarse a un resort, y hasta hace poco tiempo sólo atendían a turistas aventureros. En estos días las cosas están cambiando lentamente. Pero todavía, las visitas a las islas no son lujosas. Incluso los alojamientos más exclusivos son relativamente simples. La mayoría carecen de aire acondicionado, TV, internet, agua caliente, y en algunos casos de electricidad. En cuanto a las actividades, no encontrará motos acuáticas o parapentes. Más bien pasará su tiempo relajándose en la playa, nadando en el océano, practicando snorkelling, y visitando aldeas.
Si usted se puede librar de las clásicas ideas románticas sobre las islas resorts, tendrá una experiencia inolvidable. Todos los alojamientos son todo-incluido. No hay otros restaurantes además de aquellos operados por los hoteles, y el manojo de tiendas en la isla no ofrecen mucho en materia de comestibles. La mayoría de las comidas constan principalmente de variaciones de arroz, frijoles y pescado. Las islas habitadas tendrán pequeños kioskos que venden bocadillos clásicos, cerveza y gaseosas. Estas islas también tendrán muchos vendedores Guna vendiendo sus artesanías. Los Guna pueden organizar un gran número de aventuras entre varias islas, incluyendo un transporte estilo Robinson Crusoe a uno de los islotes deshabitados.
Muchos hoteles ofrecen viajes complementarios durante el día a sus huéspedes, lo cual es una buena forma de explorar el archipiélago. Los viajes en bote entre islas pueden ser un poco largos, apretados y agitados, pero con paisajes increíbles. El Caribe es clarísimo y repleto de peces, y el snorkelling semeja a nadar en medio de un acuario de peces tropicales. En los días despejados, la visibilidad puede llegar hasta 30 metros (98 pies). El buceo está prohibido, pero el kayaking y la navegación están permitidos y son formas excelentes para explorar las islas. Mientras los Guna dan la bienvenida a los visitantes, ellos esperan que los huéspedes sigan unas cuantas restricciones. En algunas de las islas habitadas, los viajeros deberán pagar una pequeña tarifa de visita. En éstas islas, las mujeres deben evitar usar ropa provocativa y los hombres siempre deben andar la camiseta puesta. La regla de etiqueta más grande trata sobre la fotografía – nunca tome una foto sin pedir permiso antes. Muchos Guna solicitarán una pequeña tarifa (generalmente $1) para poder tomar la foto. Sin embargo, si compra una artesanía, generalmente no cobrarán la tarifa. De esta forma, se puede decir que esta gente está consciente de su encanto exótico.
La Comarca de Guna Yala es accesible por tierra o por vuelo nacional. Los vuelos fueron una vez bastante comunes, pero con la construcción de una nueva varretera hacia el borde occidental de la comarca y el colapso de la aerolína Aeroperlas, esto ha cambiado. Actualmente no hay vuelos que atiendan las islas de occidente (incluyendo Cartí y Río Sidra), pero algunos todavía aterrizan en islas más abajo en el archipiélago. La mayoría de los vuelos duran alrededor de una hora e incluye varias paradas. Llegar por tierra generalmente implica salir de Ciudad Panamá muy temprano en la mañana y hacer el viaje de 4 horas a la costa. Una vez en el puerto, los visitantes serán transportados a las islas en una pequeña canoa de madera con un motor fueraborda. Frecuentemente primero se dirigirán a una isla más grande (como Cartí) y de ahí continuar hasta su destino de escogencia.
Los Guna poseen una de las culturas más emocionantes de Latinoamérica, y la belleza natural de su archipiélago es difícil de superar. Es un destino genial para aquellos que buscan acercarse a una cultura original en una de las ubicaciones más sublimes de la Tierra.